2019-04-302019-04-30Diciembre,2463-042Xhttps://bibliotecadigital.findeter.metabiblioteca.com/handle/001/426Este artículo de opinión, presenta como la humanidad del siglo XXI es adicta a los combustibles fósiles de forma similar, a la que lo fueron los fumadores al tabaco durante cientos de años. Las industrias energéticas, ante la evidencia creciente del grave impacto del uso de combustibles fósiles, se dieron a la tarea de financiar a científicos y políticos con una estructura ética y moral lo suficientemente flexible como para cuestionar lo incuestionable: la clarísima correlación entre las emisiones y la elevación en la temperatura del planeta. Al diseñar y ejecutar las ciudades del siglo XXI vale la pena que quienes toman las decisión piensen en el prontuario del lobby energético.p. 74pdfspainfo:eu-repo/semantics/openAccessAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternationalAdiccióninfo:eu-repo/semantics/publishedVersionCombustibles fósilesIndustrias energéticasCambio climáticoConservación del medio ambiente